La vigilancia de enfermedades infecciosas emergentes ha cobrado una gran relevancia en la última década, particularmente después de la experiencia global con la pandemia de COVID-19. Los laboratorios clínicos han jugado un papel crucial en esta vigilancia, no solo en la identificación temprana de nuevos patógenos, sino también en la secuenciación genética que permite entender la evolución de los virus y su resistencia a tratamientos. Este rol es particularmente significativo en Puerto Rico, donde la colaboración entre laboratorios y autoridades de salud ha sido fundamental para enfrentar las nuevas amenazas.
Importancia de la Vigilancia Basada en Laboratorios
La vigilancia de enfermedades infecciosas es esencial para anticiparse a brotes y coordinar una respuesta adecuada. Según un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), “mejorar la capacidad de los laboratorios para detectar y responder rápidamente a infecciones emergentes es clave para la preparación de los países frente a amenazas sanitarias” (OPS, Módulo I: Vigilancia epidemiológica, 2023). Este tipo de vigilancia permite a los sistemas de salud identificar patrones de transmisión y adaptar las medidas de contención de manera eficaz.
Durante la pandemia de COVID-19, la importancia de la secuenciación genética fue particularmente evidente. Según un comunicado de la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la rápida secuenciación del genoma del SARS-CoV-2 fue crucial para la eficacia y la disponibilidad temprana de las vacunas” (La OMS pone en marcha una red mundial para detectar y prevenir las amenazas de enfermedades infecciosas, 2023). Sin estas capacidades, el desarrollo de vacunas y la identificación de nuevas variantes habría sido mucho más lento, lo que habría aumentado la tasa de mortalidad.
Capacidad de los Laboratorios en Puerto Rico
En Puerto Rico, la capacidad de los laboratorios para realizar pruebas diagnósticas ha sido determinante para enfrentar enfermedades emergentes como el dengue, la influenza y el zika. A raíz de la pandemia, se incrementó la capacidad de los laboratorios locales para realizar pruebas de detección de COVID-19 y secuenciación de variantes, lo que permitió a las autoridades de salud ajustar las medidas de prevención en tiempo real (El Nuevo Día, Disponibles en Puerto Rico cerca de 100 estudios de tratamientos para pacientes de cáncer, 2024).
Este fortalecimiento de la capacidad de diagnóstico ha sido posible gracias a colaboraciones internacionales y al intercambio de conocimientos. La Dra. Josefina Campos, del Centro Nacional de Genómica y Bioinformática, señaló que “la colaboración de alcance global en la vigilancia genómica de los patógenos ha sido decisiva en la lucha conjunta de todo el mundo contra la COVID-19” (OMS, La OMS pone en marcha una red mundial, 2023). Este tipo de alianzas ha permitido que países como Puerto Rico mejoren su capacidad de respuesta ante nuevas amenazas.
Desafíos Persistentes y Futuras Oportunidades
A pesar de los avances, la vigilancia basada en laboratorios enfrenta desafíos importantes. La OMS advierte que, aunque la capacidad de secuenciación genética ha mejorado en muchos países, “todavía muchos carecen de sistemas eficaces para recopilar y analizar muestras, o para utilizar los datos resultantes para orientar las decisiones sobre salud pública” (OMS, La OMS pone en marcha una red mundial, 2023). En Puerto Rico, esto se traduce en la necesidad de invertir en tecnología y capacitación para los profesionales de los laboratorios, así como en la modernización de la infraestructura para el manejo de datos.
La pandemia de COVID-19 también dejó en evidencia la vulnerabilidad de los sistemas de salud ante el recorte de presupuestos, lo cual puede limitar la continuidad de las mejoras implementadas durante la crisis sanitaria. “Nuestro reto ahora es lograr que todos los países puedan asignar los recursos humanos, los suministros y las infraestructuras que ello requiere”, declaró el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, en un comunicado de la organización (OMS publica el primer informe mundial sobre prevención y control de infecciones, 2022).
Vigilancia de Enfermedades Emergentes Más Allá del COVID-19
La vigilancia no se limita al COVID-19, ya que los laboratorios de Puerto Rico también monitorean enfermedades como la tuberculosis, el VIH y la influenza. Según la OMS, la genómica de patógenos es esencial para rastrear la propagación de la farmacorresistencia del VIH y adaptar los tratamientos disponibles (OMS, La OMS pone en marcha una red mundial, 2023). Esto ha permitido a las autoridades de salud pública diseñar estrategias más efectivas para combatir la resistencia a medicamentos y proteger a las poblaciones más vulnerables.
Los esfuerzos en vigilancia han permitido detectar variantes del dengue que han afectado la isla en temporadas recientes, contribuyendo a la implementación de campañas de prevención en las áreas más afectadas (OPS, Módulo I: Vigilancia epidemiológica, 2023). Este tipo de intervenciones subraya la importancia de mantener una red de laboratorios bien equipada para reaccionar rápidamente ante cualquier señal de alerta epidemiológica.
El papel de los laboratorios clínicos en la vigilancia de enfermedades infecciosas emergentes es fundamental para la protección de la salud pública en Puerto Rico y en el mundo. La experiencia adquirida durante la pandemia de COVID-19 ha demostrado la importancia de una respuesta rápida y coordinada, basada en datos precisos y en la colaboración internacional. Sin embargo, para asegurar que estos logros se mantengan, es esencial que las inversiones en infraestructura y capacitación continúen.
A medida que nuevas amenazas emergen, el reto es mantener la capacidad de respuesta y fortalecer la vigilancia de laboratorio como una herramienta vital para prevenir futuros brotes y proteger la salud de la población. Con el compromiso adecuado de los gobiernos y la cooperación global, los laboratorios clínicos de Puerto Rico pueden seguir desempeñando un papel clave en la detección y respuesta ante enfermedades emergentes, contribuyendo así a la seguridad sanitaria global.
